En el marco de la moda colombiana, pocos nombres resuenan con tanta fuerza como el de Mario Hernández. Por cuarto año consecutivo, este ícono de la sofisticación latinoamericana tuvo el honor de inaugurar el Santander Fashion Week, un evento que no solo celebró la moda, sino también la rica tradición artesanal y cultural de la región santandereana. Sin embargo, este año, la pasarela tuvo un significado aún más profundo: “El Camino” es el concepto que guió la puesta en escena, una reflexión sobre el viaje personal y profesional del empresario desde sus humildes comienzos en Capitanejo, Santander, hasta convertirse en una de las figuras más influyentes del diseño en América Latina.
El Camino no es solo una ruta física; es una metáfora de la perseverancia, el esfuerzo y la pasión que han marcado la trayectoria de Hernández. Desde sus inicios, cuando soñaba con un futuro mejor en las montañas de Santander, hasta su consolidación como un empresario de renombre, cada paso de su camino ha estado impregnado de un profundo amor por la artesanía y un compromiso inquebrantable con la excelencia. Este evento, entonces, se convirtió en una celebración de ese recorrido, un homenaje a los valores que han definido su vida y su trabajo.
La pasarela de “El Camino” fue un despliegue de creatividad y talento, con 30 modelos que presentaron la última colección de temporada para el segundo semestre de 2024. Las prendas, fieles al estilo de la firma, combinaron la elegancia y el lujo con un respeto por las tradiciones artesanales de Colombia. Cada pieza cuenta una parte de la historia, desde su conexión con la tierra santandereana hasta su visión global del diseño. La atención al detalle y la calidad de los materiales serán, como siempre, la firma de su trabajo.
La velada estuvo enmarcada por la música colombiana en vivo, creando un ambiente que reflejó la identidad y el espíritu de la región. Además, la presencia del empresario y su hijo, Lorenzo Hernández, añadió un toque personal al evento, permitiendo a los asistentes conocer de cerca la visión y la pasión que comparten por la moda y la artesanía. Ambos no solo han construido una marca, sino que también han forjado un legado que busca motivar al consumo local y promover el diseño colombiano en todo el mundo.
“El Camino” es, en última instancia, una oda a la resiliencia, una celebración de la identidad santandereana y un recordatorio de que, aunque el viaje puede ser arduo, el destino vale cada paso.
La Chaqueta Santander: un símbolo de tradición y modernidad en la pasarela
En el mundo de la moda, donde las tendencias cambian con la velocidad de un clic, la verdadera innovación a menudo se encuentra en la capacidad de mirar hacia atrás para avanzar hacia el futuro. Este es el espíritu detrás de la última colaboración entre Mario Hernández y el diseñador santandereano Julián Ruíz, presentada con gran expectativa en la reciente pasarela del Santander Fashion Week. La pieza central de esta colaboración, la chaqueta Santander, no es solo una prenda de vestir; es un símbolo, un testimonio de la unión entre tradición y diseño contemporáneo, una creación que encapsula la esencia de dos generaciones de talento y pasión en el arte del diseño y la confección.
La chaqueta Santander es el resultado de una sinergia única. Mario Hernández, con décadas de experiencia y un profundo compromiso con la artesanía, y Julián Ruíz, una de las promesas más destacadas del diseño moderno en Colombia, han combinado sus visiones para crear una pieza que trasciende el simple concepto de moda. Esta chaqueta es una obra de arte en sí misma, un reflejo del legado cultural de Santander, donde las técnicas artesanales tradicionales se entrelazan con innovaciones modernas.
El proceso de creación de la chaqueta es un homenaje a nuestras raíces culturales, lo que realmente distingue a esta prenda es su capacidad para fusionar lo antiguo con lo nuevo: las costuras y acabados, realizados con técnicas transmitidas de generación en generación, se combinan con cortes modernos y un diseño contemporáneo que habla tanto a la historia como a las aspiraciones futuras.
Para Hernández y Ruíz, la chaqueta Santander es más que una simple colaboración; es una declaración de principios. Es un recordatorio de que la moda no tiene que elegir entre la tradición y la innovación, sino que puede y debe ser un punto de encuentro entre ambas. Esta prenda celebra la identidad cultural de Santander, al mismo tiempo que desafía los límites del diseño contemporáneo, demostrando que el respeto por el pasado puede ser una fuente inagotable de inspiración para el futuro.
Durante la pasarela, la chaqueta no solo capturó la atención de los asistentes por su estética impecable, sino también por lo que representa: un compromiso inquebrantable con la excelencia, una celebración de nuestras raíces y una visión audaz hacia el futuro.
La chaqueta es más que una prenda de vestir; es una pieza de colección, un símbolo de lo que sucede cuando dos generaciones de talento se unen para crear algo verdaderamente único.